Contenido Disruptivo

El arte de vender sin vender

Acerca de: un emprendedor que casi renuncia a sus sueños por no tener resultados…

…hasta que encontró las respuestas que buscaba.

Carlos estaba logrando grandes cosas en menos de 1 año de estar haciendo negocios online. Ya había montado su blog personal con casi 100 artículos, una pagina de fans con alrededor de 2.000 fans y una pequeña lista en su autorresponder de casi 1.000 personas.

Se podría decir que eran grandes logros para un año, y había mas. Era reconocido, en el medio del marketing hispano. Comentaba en decenas de blogs. Era amigo en facebook de marketers a los que admiraba, muchos de los cuales contestaban sus comentarios e incluso algunos sus correos.

Si midiéramos el éxito de Carlos por la influencia que tenía en el mercado hispano, se podría decir que había alcanzado el éxito. Pero el termómetro de Carlos era diferente. Medía su éxito en los negocios online basado en dinero en su cuenta de banco. Ahí las cosas eran diferentes. Carlos tenía ventas ocasionales solamente.

Ventas que no cubrían sus gastos de operaciones. Ya sabes, Autorrespondedor, hosting, plantillas, plugins, softwares, programas para estar actualizado. Sin embargo Carlos mantenía su sueño de los negocios online vivo, e. Era su pasión. Ocasionalmente le deprimía no lograr resultados, pero pronto superaba esos baches y regresaba con el entusiasmo que lo caracterizaba. Pero pronto todo iba a cambiar.

Fue algo totalmente accidental, la. Su esposa creyó que se trataba del estado de cuenta de su tarjeta adicional. Abrió, sin fijarse, el sobre, para ver cuanto debía de sus ultimas compras, cuando se percato que no se trataba de su recibo, sino el de Carlos. Se quedó helada, no lo podía creer. Carlos estaba casi al límite en su tarjeta de crédito, tarjeta… ”que estará pasando“, se preguntaba. Pero la respuesta y la cruda realidad, apareció al analizar los cargos del mes.

La esposa encontró cargos de sitios como Aweber, BanaHosting, Paypal, ClickBank, términos que ya había oído mil y una veces de Carlos. Carlos estaba pagando toda una renta en sus emprendimientos online, y los estaba acumulando haciendo mas grave el problema. Tenía que poner fin a eso.

Esa noche, llegó Carlos del trabajo. Los niños estaban dormidos antes de lo programado y su esposa estaba en la mesa, muy seria, con el estado de cuenta a un costado. Carlos sintió como un escalofrío estremecedor le recorría todo el cuerpo. Una sensación que nunca había experimentado.

Tenemos que hablar sobre tu supuesto “negocio” online“, mencionó su esposa en tono sarcástico.

Carlos estaba perdido. Lo único que logró salir de su boca fue una especie de murmullo que decía, “perdóname por haberte ocultado todo esto, te prometo que lo voy a solucionar“.

Eso espero“, respondió ella, “por lo pronto, ya no quiero verte frente a ese ordenador perdiendo el tiempo“, mencionó ella mientras señalaba el ordenador de sobremesa que, tantas veces, le menciono a Carlos que estorbaba en el salón. “Así sera mi vida. Esta semana quito el ordenador, rompo la tarjeta de crédito y cancelo todas mis suscripciones“.

La esposa no dijo nada. Su mirada fue suficiente para hacerle saber que no había solucionado nada con sus palabras, y que no había hecho nada mas que defraudarla. A continuación simplemente se levanto de la mesa y se fue a su habitación.

Carlos estaba destrozado. Esta depresión parecía ser la definitiva. Después de quedarse a reflexionar durante una hora, encendió por ultima vez su ordenador. Entro a su sitio preferido, facebook, buscando algo que pudiera consolarlo.

Comenzó a navegar y se detuvo en una publicación de un marketer famoso. Un marketero que, en el pasado, había tenido la gentileza de interactuar con el. Su publicación mostraba evidencias de ingresos, supuestamente, provenientes de su blog y otras evidencias de ingreso provenientes de su autorrespondedor.

“¿Como es posible que el si obtenga ingresos con un blog y una lista de suscriptores y yo no?” se preguntaba Carlos, “le voy a preguntar. Lo peor que me pueda decir es que compre su producto y es algo que no va a suceder”.

Carlos se armó de valor, comento en la publicación: “amigo, ¡te envié un inbox! espero que tengas tiempo de leerlo”.

Pero Carlos no había enviado ningún correo. No tenía ánimo para nada. Estaba a punto de cerrar la sesión de facebook cuando el marketer le envió un mensaje privado. “No me llego nada Carlos, ¿me lo puedes volver a enviar?”.

Carlos evito cerrar la sesión, abrió el mensaje instantáneo y contesto: “que raro que no te llegara, pero aquí está. Te quería preguntar como haces para generar esas ventas. Yo también tengo mi blog con casi 100 artículos y una lista de suscriptores, pero simplemente por mas que intento no puedo generar tantas ventas como tu, ¿estaré haciendo algo mal?”.

“Muestrame tu blog Carlos”, respondió el marketero famoso.

“Es este amigo, [link al blog de Carlos]”

Pasaron 15 minutos. Carlos pensó que el marketer ya había olvidado el asunto. Nuevamente iba a cerrar su sesión cuando llegó la respuesta.

“Hola Carlos, ya analice tu contenido. Ya se porque no estás obteniendo resultados”.

Carlos no lo podía creer. Estaba por encontrar la respuesta a su problema, justo a tiempo, antes de abandonar para siempre su sueño.

“Me lo puedes decir por favor? :-P”

“Te lo diré a mi estilo Carlos, regístrate en el optin de esta pagina. Mis correos te explicaran tu problema. Tu entrenamiento comienza al dejar tus datos. Nos vemos en tu correo” Marketer famoso.

Esta es la página donde Carlos dejo sus datos y encontró la respuesta a su problema:

flechas-abajo[thrive_leads id=’26342′]

Scroll al inicio