Cuando apareció la primera versión de esta conocida aplicación de diseño Web, el perfil al que iba dirigido era un usuario con conocimientos de HTML y con experiencia en el desarrollo de paginas Web. Sin embargo, desde la tercera versión (con la que yo empecé), las cosas han cambiado notablemente.
Desde Macromedia observaron la necesidad por parte de los usuarios de interfaces más asequibles para los neófitos, la versatilidad, de la nueva interfaz, fácil de utilizar sin olvidarse de ofrecer al usuario opciones a nivel profesional.
Dreamweaver 4 siguió en la línea de la tercera entrega. El entorno es uno de sus puntos fuertes por su versatilidad, funcionalidad y facilidad de manejo. Se siguió con el sistema de ventanas flotantes, similares a las de Adobe Photoshop, con las que interactuábamos con nuestro diseño.
Dreamweaver MX y Dreamweaver MX 2004, dan un cambio estético manteniendo todo lo bueno, además de las pestañas, y los manuales que contiene, incluye la posibilidad de personalizar el entorno de tres maneras: Diseño (Visual), Código (Obvio) y mezclando ambos (para mi la mejor), que te permite control total en todos los aspectos de la pagina.
La pestaña que voy a comentar, es la de Propiedades, nos servirá para conocer con detalle cualquier característica del elemento en el que estemos situados, como por ejemplo la fuente, enlaces, colores o posición, ajustar el texto, ver las propiedades de la pagina, insertar archivos, poner vínculos, y mas.
Todo eso con una sola Pestaña. También arriba en la barra de herramientas Común tienes objetos estructurados en tipos y con ellos puedes insertar fácilmente imágenes, tablas, formularios, subprogramas, secuencias de comandos invisibles o una de las novedosas características: botones de Macromedia Flash.
Aunque como ya comente, el aspecto a destacar en Dreamweaver es la posibilidad de intercalar el diseño visual con el código fuente. De esta forma, cualquier modificación que hagamos en uno de los dos se vera afectada automáticamente en el otro, minimizando así el tiempo empleado para los clásicos retoques que muchas veces se pueden presentar tediosos.
Desde la opción Importar del menú Archivo podemos incluir en nuestras paginas cualquier documento que haya sido realizado en Word y guardado como pagina Web en dicha aplicación. Resulta una opción muy interesante a la hora de importar largos documentos de texto e incluso tablas.
Tras importar datos desde código Word, Dreamweaver realiza una limpieza del código HTML bastante completa, aunque no todo lo exhaustiva que seria deseable cuando lo que se ha importado son tablas.
Afortunadamente, para facilitar el trabajo con tablas, Dreamweaver permite importar datos creados en Excel o de cualquier hoja de cálculo que pueda guardarlos en formato de texto tabulado. Esta es una de las grandes aportaciones de las nuevas versiones (a partir de la 4). Excel es la hoja de cálculo mas extendida y la posibilidad de exportar este formato posibilita el trabajo en un entorno conocido, y una vez acabado, la exportación con un solo click.
Quizá una de las capacidades más admirables de la aplicación sea la posibilidad de incorporar elementos interactivos y comportamientos basados en guiones Javascript sin necesidad de tener conocimientos de programación. Mediante sencillos cuadros de dialogo podemos crear barras o menús de exploración con efectos Rollover.
Sin embargo, también tiene un pero. Al cargar una página creada externamente, no se visualiza exactamente igual, cambian las tonalidades de los colores. En cualquier caso, esta situación no es nueva, de hecho ha pasado en casi todas las versiones.